Después de que la etapa de Miguel Fuentes al frente de Necaxa terminara no de la mejor manera -de la peor, de hecho- una jornada antes de finalizar el torneo, y de que el equipo se quedara fuera de la liguilla por el título de un lamentable y tenebroso Apertura 2015, el pasado viernes, la directiva del club presentó de manera oficial al nuevo técnico del equipo: Luis Alfonso Sosa.
El estratega que fuera el encargado de ascender a los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara hace año y medio, será el encargado de buscar, si o si, el título del Clausura 2016 con los Rayos, para que de esta forma, se pueda pelear -una vez más- por el anhelado y ya urgente regreso de Necaxa al máximo circuito de nuestro fútbol.
La exigencia en Necaxa es grande porque sin menospreciar a los demás conjuntos del Ascenso MX, nuestro equipo es, por nombre e historia -junto a Atlante- uno de los obligados a portar la siempre incómoda etiqueta de favorito, misma que trae consigo una dosis extra de presión, que se suma a la existente tras cuatro años y medio en esta liga, y a la que traerá el rotundo fracaso del Apertura 2015.
En lo personal, me agrada la llegada de Luis Alfonso Sosa, ya que es un técnico con experiencia en el circuito y que tras el desenlace de la aventura de Leones Negros por Primera División, seguramente tendrá sed de revancha y buscará su segundo ascenso de manera consecutiva, recordando que el último encuentro que dirigió en el Ascenso MX fue precisamente en el que los tapatíos consiguieron llegar al máximo circuito, tras veinte años de ausencia.
Sosa me parece un tipo serio, de esos que se dedican más a trabajar que a buscar reflectores, y en ese sentido será muy difícil ver que se meta en problemas por las declaraciones que pudiera dar, tal como si hiciera el ya mencionado Miguel Fuentes, técnico que no supo manejar la presión y que se equivocó de manera constante frente a los micrófonos.
Además, me parece que Luis Alfonso Sosa es un técnico capáz y de esos que sabe sacarle el máximo a cada uno de sus jugadores. Bastará ver por ejemplo, lo que hizo con Leones Negros, cuadro que sin poseer un gran plantel, siempre fue ordenado dentro del terreno de juego y se mostró, en los momentos importantes, como un equipo inteligente.
Al margen de esto, si Sosa logra hacer que los jugadores de Necaxa se maten por cada balón como hacían sus ‘melenudos’, eso debería bastar para que el equipo muestre una mejor cara de la que nos mostró en el torneo pasado, en el que no todo fueron malas decisiones táticas, y falta de capacidad o de contundencia, dando la impresión de que la falta de actitud de algunos jugadores también fue clave.
Hoy, no nos queda mas que esperar que Luis Alfonso Sosa sea ‘el bueno’ y que termine el próximo semestre siendo él quien finalmente pueda sacarnos de este infierno en el que se ha convertido el Ascenso MX a lo largo de los últimos cuatro años y medio.
Quizá pudiera parecer mucha exigencia pedirle al estratega que consiga el ascenso apenas unos meses después de su llegada al banquillo del equipo, pero en Necaxa, ese es un tema que sencillamente, ya urge.
Bienvenido Profe, y mucho éxito.
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