Si bien este no es un libro que compraría por tratarse de lectura 'juvenil' y porque la temática no es precisamente lo que me gusta leer, 'El Libro que resucitaba a los muertos' de Carlos Bustos llegó a mis manos de manera fortuita -autografiado y dedicado, además- por lo que teniéndolo entre los muchos libros pendientes de lectura, decidí darle una oportunidad.
La historia tiene como principales protagonistas a Alain Poel, un joven tímido y retraído que es apasionado a los libros, a un biblotecario un tanto extraño de nombre Alfonso Borgus -a quien los compañeros de Alain en la escuela suelen llamar 'Dr. Mentiras'- y a Anna Sofia, una nueva estudiante que al igual que Poel es apasionada de la lectura.
El sólo hecho de conocer a los personajes hace que podamos darnos una idea de cuál es uno de los ingredientes principales de la historia, misma en la que Alain comienza a trabajar junto a Borgus en la enorme biblioteca escolar que éste tiene a su cargo, lo que le permite explorar a su antojo los miles y miles de ejemplares que se encuentran en el lugar -en el que dicho sea de paso nunca hay ni un solo estudiante-.
Un misterioso y gran libro de pasta dorada llama la atención de Alain y lo atrapa de manera tal que éste decide llevarlo consigo a casa para poder estudiarlo más a fondo. Por accidente descubre que debajo del texto hay uno más, oculto y por esa razón, con la complicidad de Anna, comienza a tratar de descifrar el contenido del misterioso volumen.
Hasta ahí, la historia no tiene mayores complicaciones, no obstante trae consigo un sin fin de situaciones que parecen no haber sido bien explotadas por el autor. 'El libro de la muerte' tiene el don de resucitar a los muertos -de ahí, el título de esta novela- y lo que comienza reviviendo a un gorrión y a algunos animales que se encuentran en la biblioteca termina por convertirse en una pesadilla para Alain Poel.
Cuando aparecen estos factores me da la impresión que es el momento en el que 'El Libro que resucitaba a los muertos' comienza a dar tumbos. Lobos, un Oso Kodiak, Serpientes e insectos vuelven a la vida en una de las salas de la biblioteca y esto genera un incendio que parece sólo haber puesto en riesgo la vida de Alain y Anna, quienes un día más tarde vuelven a la biblioteca, misma que salvo el cierre de una sala continúa igual de desierta, y en completa calma.
Alain provoca la muerte de un profesor con tan solo tocarlo y se da cuenta que ha adquirido los 'poderes' del libro, reviviéndolo pero sin alma, es decir, como un ser sin capacidad de razonamiento -al menos eso explica el autor, al tiempo que yo me imaginaba, literalmente, a un zombie-. Desde luego, la escuela siguió su vida normal y yo no puedo sino suponer que nunca encontraron el cuerpo del profesor.
Esto obsesiona al protagonista, quien decide tratar de usar ese poder -que inexplicablemente se le pegó del libro- para ayudar a la humanidad. Borgus le explica que debe darle alma a los resucitados y al poner esto en práctica provoca un caos en un hospital cuando revive a una amiga suya.
Ese es quizá uno de los más grandes absurdos de la historia, ya que pese a haber revivido a una persona, el resto de gente que había en el hospital, aunque no se tratara propiamente de muertos o enfermos, terminan convirtiéndose en zombies justo cuando el mundo parece comenzar a vivir el Día del Juicio, que por cierto, duró tan sólo unas páginas después de que se le olvidó a todo el mundo.
El final es otro de los puntos flacos de la historia ya que la manera en la que Bustos se deshace de algunos personajes -algunos inmortales, inclupidos- y de todos los problemas que surgieron con los zombies y el fin del mundo que se quedó en no sabemos qué, resulta tan increíble como absurda.
El libro da tumbos y por momentos pasa de una agradable sorpresa a un momento lamentable. En no pocas ocasiones el autor da la impresión de haberse olvidado de la historia que estaba contando y eso genera que se caiga en varios de los absurdos que menciono. 'El Libro que resucitaba a los muertos' se lee rápidamente, pero no es, ni por error, un libro que pueda entusiasmar a nadie.
Título: El libro que resucitaba a los muertos
Autor: Carlos Bustos
Páginas: 160
Año: 2012
Antes de que pudiera decir cualquier cosa le dio un repentino ataque de tos, que no se calmó hasta que Anna consiguió un vaso de agua. La chica lucía preocupada, pero Alain le aseguró que se sentía bien
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