Han pasado ya 12 días desde que Necaxa se parara en el Estadio Olímpico Benito Juárez de Ciudad Juárez y con autoridad consiguiera coronarse como Campeón de Ascenso 2015-2016 tras derrotar por dos goles a cero -tres a cero en el global- a los Bravos para conseguir el título que le permite regresar, tras cinco largos y difíciles años a Primera División.
Necaxa está de regreso después de 1848 días de haber habitado en el Ascenso MX, una liga que en ningún momento aceptamos como la que nos correspondía y que hoy se queda sin su equipo más importante, y el que indudablemente fue el mejor durante el último semestre.
Luis Alfonso Sosa llegó hace apenas seis meses con una misión que parecía complicada por el nulo margen de error que había luego de que el peor torneo del equipo en el Ascenso MX hubiera llegado inmediatamente después de que el fútbol le diera tanto al club, como a los aficionados, el golpe más duro que pudimos recibir al quedarnos a tan solo 90 minutos de volver en mayo del año pasado.
Finalmente, la historia tuvo un final feliz y Luis Alfonso Sosa en tan solo seis meses de trabajo al frente del equipo consiguió no solamente darnos un título como en su momento hiciera también Miguel Fuentes, sino también, consiguió ganar la Final de Ascenso para llevarnos de regreso a Primera División en un torneo en el que el equipo por momentos fue espectacular.
A su modo, en ocasiones teniéndonos ‘con el Jesús en la boca’ como se dice, pero denotando un gran conocimiento tanto de sus rivales como de los alcances de su equipo, Luis Alfonso Sosa logró lo que no consiguieron Francisco Ramírez, Luis Francisco García, Milton Queiróz, Jaime Ordiales, Armando González, y el mencionado Miguel Fuentes.
El semestre en cuanto a resultados fue casi perfecto y quizá la única manchita sería lo que se hizo -o se dejo de hacer- en la Final de la Copa MX. No obstante, con el doblete conseguido en mayo, aquel resultado pasa a segundo término porque el objetivo siempre fue el titulo del Clausura 2016 y la Final de Ascenso, ambos en conjunto porque son los que nos llevarían -nos llevaron- de vuelta a Primera.
El juego del equipo por momentos dejó algo que desear, y es que de manera muy constante el equipo se notó como amarrado, ofreciendo poco en relación a lo que nos mostró podía ofrecer. No obstante, con eso bastó para ganar con autoridad, una liguilla que de antemano sabíamos tendría que ser de ocho partidos, mismos en los que el equipo no conoció la derrota para cerrar la temporada con una racha de nueve sin perder y cuatro sin recibir gol.
Luis Alfonso Sosa lo hizo y mas allá de su gran trabajo estratégico logró ‘reparar’ algo que estaba descompuesto, curó un vestidor roto y nos ofreció a un Necaxa en el que nadie dejaba de correr y en el que no se daba por perdido ningún balón. El Necaxa del último semestre mostró una unión de grupo que hacía mucho tiempo no veíamos y que fue clave en la consecución del objetivo.
Hoy ya no importan los malos partidos que vivimos, ni el sufrimiento -gratuito- que tuvimos en las dos primeras series de liguilla al intentar guardar un marcador. Hoy, Necaxa está de regreso en una liga a la que nunca debimos decirle adiós y en la que la directiva tiene ya claro el primer objetivo: El cuarto título del equipo en Primera División.
Hoy decimos adiós al Ascenso MX, esperando no tener que volver a visitarlo nunca y también, decimos "Hola (otra vez) Liga MX".
"Ohhhh, ya volvió, ya volvió... RAYOS YA VOLVIÓ..."
#Volvimos
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