El pasado sábado, Necaxa pisó por primera vez en su historia la cancha del Estadio BBVA Bancomer de Monterrey, y lo hizo para regalarnos la que sin duda, es la peor actuación del equipo en lo que va del Apertura 2016.
Si bien es cierto que el resultado del juego de visita ante Rayados podía ser considerado como una derrota presupuestada -en lo personal yo puse Monterrey en la #QuinielaPR-, me parece que la cara que nos mostró el equipo fue muy triste, y como el título de esta columna lo indica, fue una actuación lamentable.
Hasta antes del duelo ante Rayados, quizá podíamos decir que el equipo estaba jugando bien, ahora no es así. Si bien hace una semana vivimos nuestra mejor actuación y pudimos haber goleado a Pumas, esta vez fue todo lo opuesto y fuimos nosotros los que pudimos haber salido con un marcador de escándalo en contra.
Pocos son los que se salvan en un partido en el que nos comenzaron a apedrear el rancho a los 15 segundos de haber iniciado. La defensa por ejemplo, me parece que cumplió, aunque el segundo gol de Monterrey es completamente una falla defensiva de nuestro equipo. El primero no me parece así, ya que es un tanto circunstancial por el rechace y el rebote que preceden al cabezazo de José María Basanta.
La media cancha desapareció y la delantera continúa sin aparecer. Algunos mencionan que Marcelo Barovero luce sobrado al no lanzarse, pero él es así, si no llega, no se lanza, y a ese balón no hubiera llegado. "Al menos debería lanzarse", dicen algunos y no comparto, ya que cuando un portero se lanza una vez que pasó el balón solamente lo hace para verse ridículo.
A Yosgart Gutiérrez tampoco hay nada que reclamarle en la segunda anotación, ya que como dije es totalmente una falla de la defensa. Diego Riolfo me gustó en los minutos que jugó, entró a pelear cada balón y a correr como muy pocos lo hicieron, incluso hasta recriminó a sus compañeros en una acción en la que nadie se acercó para recibir el esférico.
El partido de Necaxa fue tan malo que esta vez nisiquiera el nuevo ídolo de todos, Edson Puch, se salva. Si, el chileno metió un golazo, pero también falló miserablemente un mano a mano ante Alexander Domínguez. Si, también dejó sembrado en el terreno de juego a Walter Gargano tras recortarlo, pero, ¿apareció en alguna otra jugada?, no.
Me pueden decir que es el único que aparece aunque sea de vez en cuando y quizá ante Monterrey fue el único que apareció, pero si el mejor aparece tres veces en un partido, después de haber desaparecido durante toda la segunda mitad en el anterior, tenemos un problema, y probablemente no tendríamos que hablar del 'mejor', sino del 'menos malo'. Y no me malinterpreten, tampoco trato de crucificar a Puch, quien junto a Marcelo Barovero, Mario de Luna y Xavier Báez me parecen los más destacados del equipo en el torneo.
Lamentablemente parece que ante los ojos de todos, todo lo que hace él está bien y lo que hacen los demás está todo mal. Tras cinco partidos, las críticas siguen siendo solamente para dos personas y los aplausos para uno solo. Una situación tan lamentable como los mismos resultados del equipo. ¿Dónde está ese apoyo incondicional y fe ciega que todos tenían hace apenas unas semanas en la directiva, el cuerpo técnico y los jugadores?
Está de más decir que ante Tijuana se debe ganar sin importar que enfrentemos al líder. El triunfo urge y ganar en casa es imperativo tras un par de empates ante dos de los 'grandes' del fútbol mexicano. El triunfo tiene que llegar ya, sin importar si se juega tan bien como ante Pumas, o tan mal como ante Monterrey.
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