Hace exactamente una semana concluyó la décima edición de la Copa FIFA Confederaciones -quizá la última que se realice- y la Selección Mexicana culminó ubicada en la cuarta posición de un torneo que convoca a los campeones de las seis confederaciones futbolísticas que integran al máximo organismo del fútbol a nivel mundial: FIFA.
El resultado final del 'Equipo de Todos' en el torneo ha puesto una vez más a Juan Carlos Osorio en el ojo del huracán, toda vez que él es señalado como responsable de lo que para muchos es un fracaso, considerado así por muchos desde antes de llegar a instancias definitivas del torneo.
Las críticas sobre el técnico nacional no son nuevas, y durante el torneo estuvieron presentes por el estilo de juego mostrado por el equipo durante algunos lapsos de los partidos y especialmente por las contantes rotaciones de jugadores, mismas a las que se atribuye el desempeño y los resultados de su proceso.
¿Es Juan Carlos Osorio el culpable de un 'fracaso' futbolístico del Tri?, ante los ojos de los aficionados y de los medios de comunicación, no me queda duda de que sí, pero un cuarto lugar en un torneo en el que compiten el Campeón del Mundo, el Campeón de Europa y el Campeón de América, no me parece un fracaso como tal, sino una dosis de realidad, y un resultado normal.
Si, México es el actual Campeón de Concacaf, pero ¿ya se le olvidó a esa 'exigente' afición, a los expertos críticos de televisión, y a infinidad de entrenadores, la manera tan penosa en la que se obtuvo el título de mano de ayudas arbitrales en los últimos juegos de Miguel Herrera como Director Técnico de la Selección Nacional?.
A Juan Carlos Osorio, técnico colombiano se le ha criticado todo. Que si dijo tal cosa, que si hizo cambios, que si esto, y que si aquello, cosa que me hace recordar la manera en la que se criticaba a Ricardo Lavolpe a lo largo de su etapa como técnico nacional, misma que concluyó con la Copa del Mundo de Alemania 2006. ¿Por qué no se criticó igual a Hugo Sánchez, Javier Aguirre, Miguel Herrera, y a todos los interinos que estuvieron entre ellos?
Me da la impresión de que a Osorio injustamente, no sé si su calidad de extranjero sea una de las causas, ya que los mexicanos suelen guardarse los elogios para otros mexicanos. Al actual técnico nacional, hoy le critican hasta la falta de clase que mostró en el duelo por el cuarto puesto ante Portugal, cuando encaró al cuarto árbitro y le dijo algunas palabras al oído. En cambio a Miguel Herrera, su antecesor en el cargo y un auténtico 'Rey del barrio', se le aplaudía por mostrar carácter, cada vez que tomaba actitudes que parecían más las de un cavernícola, que las de un entrenador de fútbol.
Al menos en el banquillo de la Selección Mexicana, al extranjero se le critica hasta por respirar, y al mexicano se le aplaude por no dejar respirar a los demás. Eso, es patrioterismo. Lavolpe, Eriksson, Osorio, y otros más han sido jusgados en muchas ocasiones sin provocación alguna o sin fundamentos. Desde luego, lo que hace cada uno en su trabajo es cosa aparte, pero las críticas no son iguales y no se mide el desempeño con la misma vara de los foráneos, como de los mexicanos.
Está claro que a muchos aún les duele la eliminación sufrida a manos de Chile en la Copa América Centenario, y es que si bien, el caer 7-0 no puede hablar muy bien de la fortaleza futbolística y mental de un equipo, tampoco es para cortarse las venas o rasgarse las vestiduras, porque esto sigue siendo fútbol y nada más. Hoy, a Osorio se le critica por un cuarto puesto en un torneo FIFA y por haber caído ante Alemania y Portugal, cuando ambos resultados debieran ser considerados como normales.
México no es una potencia futbolística y aún cuando todos gustan de envalentonarse previo a partidos importantes, la realidad queda a la vista al término de éstos. Si, Alemania ganó 4-1 y Portugal les arrebató de manera increíble un triunfo que tenían en la bolsa al minuto 90 del partido, pero el hacer dramas o a exigir la cabeza del técnico, es absurdo. Y creo que no es algo que suceda exclusivamente con la Selección Nacional, ya que en Liga MX a mi me tocó vivirlo de cerca con una afición que se la pasó exigiendo la cabeza del tipo que regresó a Necaxa a Primera División y que sumó 47 puntos que nos han alejado de zona de descenso.
Volviendo a la Copa FIFA Confederaciones, A Osorio se le critican los cambios previo a enfrentar a Nueva Zelanda y la manera en la que se complicó ese partido. Se le criticó que ante Alemania no metiera a Carlos Vela, el que para muchos es el mejor futbolista mexicano de la actualidad, y se le criticó por caer ante los propios alemanes en un partido que se dominó. Criticar los cambios no lo entiendo, ya que según los medios y aficionados, en México hay 432 cracks de clase mundial; en cuanto a Vela, éste no hizo ninguna diferencia ante Portugal; y respecto a Alemania, ¿Qué decir?, Alemania es Alemania siempre. Los teutones representaron la dosis de realidad que el mexicano se niega a ver.
El criticado proceso de Juan Carlos Osorio al frente de la Selección Nacional tiene a México muy cerca de una nueva Copa del Mundo, sin sufrimientos como sucedió en los últimos dos procesos, 'caminando', como alguna vez dijera Ricardo Lavolpe en la Eliminatoria rumbo a Alemania 2006, última que se vivió con tranquilidad hasta ahora. Pero no, para el mexicano, eso es poca cosa, porque es Concacaf. Y si, puede ser, salvo porque Concacaf es la realidad de una Selección Nacional que no es parte de la élite futbolística.
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